Porque escribir es viento fugitivo y publicar, columna arrinconada. Blas de Otero

jueves, 22 de marzo de 2012

Reformas laborales desde el hotel Ritz

Artículo publicado en Rebelión.

Como si se tratara de cuadrar el círculo, un día después de anunciar el gobierno la reforma laboral, Durán i Lleida declaraba ante la prensa que era preciso regular el derecho de huelga y manifestación para que éste no atentara contra el interés general. El diputado de CiU realizó tales manifestaciones a raíz de la convocatoria de huelga en el transporte público de Barcelona para los últimos días de febrero coincidiendo con la celebración del World Mobile Congress. “Esta huelga va en contra del interés de Barcelona y de Cataluña” afirmó Durán i Lleida utilizando sin el menor reparo el nombre de Cataluña como arma de chantaje político y emocional. El caso es que al día siguiente de presentar el PP la reforma laboral más agresiva y salvaje del periodo democrático, CiU remataba la ofensiva proponiendo limitar derechos constitucionales en previsión de un aumento de la conflictividad social en las calles.

La derecha española y la catalana componen una gran alianza en su objetivo común por desmantelar el Estado social y los servicios públicos, por un lado, y anular los derechos laborales de los trabajadores, por otro. En Cataluña no existe esa “derecha civilizada” que algunos teorizaron en su momento incluso desde las tribunas del progresismo de salón. Ya con el PSOE en el gobierno y actualmente con el PP, CiU se ha erigido en el portavoz de las propuestas más delirantes de la patronal no solo avalando cuantas reformas laborales se han sucedido sino afanándose por endurecer los decretos en sus respectivos trámites parlamentarios. Obviamente, CiU ha saludado favorablemente la última reforma laboral del PP, la cual está haciendo mella de manera muy profunda en el cada vez más deteriorado tejido laboral catalán. De hecho, fue la compañía del Liceo una de las primeras empresas en acogerse a la reforma laboral presentando un ERE exprés que afecta al 90% de la plantilla del conocido teatro barcelonés. Después del Liceo llegó el resto. Tan solo en las dos primeras semanas de aplicación de la reforma laboral se presentaron en Cataluña más de 300 expedientes de regulación de empleo afectando a un total de 6.900 trabajadores y triplicándose la cantidad respecto a los últimos meses.

Es posible que a Durán i Lleida le satisfaga que ahora los empresarios catalanes puedan despedir más barato y puedan rebajar los salarios pactados en convenios. No en vano, siempre podrá echar mano del sempiterno debate del déficit fiscal para justificar los recortes en la sanidad o para explicar el porqué uno de cada cinco catalanes viven bajo el umbral de la pobreza. Hace unas semanas, el consejero de economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, antiguo dirigente universitario del integrador y glorioso PSUC de la década de los 70, cifraba el déficit fiscal del Estado hacia Cataluña en 16.000 millones de euros anuales. Según Mas-Colell, el expolio fiscal contra Cataluña servía para crear ocupación en otras comunidades a la vez que hacía inevitable la política de recortes sociales en los servicios públicos catalanes.

Una vez más se enarbola la bandera del agravio nacional para tapar las miserias propias haciéndonos creer que los recortes en Cataluña no obedecen a criterios ideológicos sino que se deben a que otros territorios “viven a costa nuestra”. Supone CiU que abrazar un modelo de nacionalismo similar al que defiende Umberto Bossi en el norte de Italia y fomentar el enfrentamiento entre comunidades es rentable y hace que los catalanes disculpemos a los verdaderos responsables en Cataluña del aumento de la pobreza y del copago en la sanidad pública. Lo que no dice CiU es que los 16.000 millones que Mas-Colell cifraba como déficit fiscal corresponden exactamente al fraude fiscal de las rentas del capital en Cataluña y que éste sextuplica el valor de los recortes en sanidad y representa casi una cuarta parte del fraude fiscal en España. Es más fácil culpabilizar al vecino.

Hace unos meses el clasista Durán i Lleida puso el grito en el cielo contra el subsidio agrario del campo andaluz. Según Durán i Lleida, que un jornalero andaluz en el desempleo cobre una prestación de 420 euros durante seis meses provoca que el gobierno de CiU se vea en la necesidad de cerrar hospitales en Cataluña. Ese es el mensaje de la derecha neocón en Cataluña. Pero es también el mensaje de la derecha en Madrid y en el resto de España. Las derechas van de la mano cuando se trata de defender sus privilegios e intereses. Tiempo habrá para montar batallas identitarias artificiales que disimulen el idilio real que viven PP y CiU. Un idilio que se puso de manifiesto un día antes de la aprobación en el congreso de la reforma laboral cuando el PP indultó a Josep María Servitje, un antiguo alto cargo de la Generalitat con Jordi Pujol sentenciado a cuatro años y medio de cárcel por malversación de dinero público. Por cierto, Durán i Lleida nada más conocer el indulto felicitó al gobierno del PP por el favor prestado. Al día siguiente en el congreso votó a favor del decreto de reforma laboral. De esa misma reforma que se fraguó entre el palacio de la Moncloa y el hotel Ritz de Madrid, hospedaje habitual de Durán i Lleida en la capital.

Pedro Luna Antúnez.

sábado, 3 de marzo de 2012

Memoria histórica


Artículo publicado en Tercera Información.

Ayer en una conocida red social se emplazaba a los internautas a redactar en 140 caracteres las crueldades que se cometieron durante la dictadura franquista. Imposible condensar en tan poco espacio cuarenta años de muerte y represión pensé yo para mis adentros. Sin embargo me vinieron a la mente dos episodios de nuestra historia más macabra. El primero lo describe mi antiguo profesor de historia Bernat Muniesa en su libro Dictadura y monarquía en España. En los días finales de la guerra civil un batallón de milicianos republicanos había logrado escapar del avance del ejército franquista fugándose por el túnel ferroviario de Canfranc, situado en el pirenaico valle del Aragón y que servía de paso fronterizo entre España y Francia. Cuando el mando militar pasó el informe de lo sucedido a su caudillo, éste en un ataque de soberbia e histerismo ordenó tapiar el túnel y que permaneciera así el resto de los días.

El segundo episodio histórico que recordé lo conozco gracias a la memoria familiar. En el pueblo de mis padres y abuelos, Fernán-Núñez, localidad cordobesa situada en el corazón de la campiña, la represión de los vencedores fue especialmente dura y sanguinaria. Hace unos años un historiador local publicó La campiña roja: la represión franquista en Fernán-Núñez, un libro que relataba con detalle la brutalidad con la que se ensañaron las autoridades del nuevo régimen tras ocupar el ejército franquista el pueblo en los últimos días de 1936. Hojeando el libro vemos que el autor quiso abrirlo con una dedicatoria muy especial: “A los fernannuñenses que aún recuerdan a pesar de las políticas del olvido y de las injusticias históricas”. Es cierto, libros como éste u otros tantos no hubiesen sido posibles sin la inestimable memoria colectiva y en algunos casos de la de nuestros familiares más cercanos. Gracias a ellos conozco los nombres e incluso los apodos (“Diente de oro”, “Frasquini” o “El rubio del cine”) de los fascistas que participaron en los fusilamientos en Fernan-Núñez y como luego, y ese es el segundo de los episodios que ayer me vinieron a la mente, estos mismos verdugos parodiaban entre risas y burlas en el bar los gestos de los republicanos al caer muertos.

Las crueldades de la dictadura franquista dan por desgracia para escribir una pila inacabable de libros y artículos, y ni mucho menos podemos limitar el relato de los hechos a 140 caracteres. Por mucho que algunos estén hoy en día empeñados en olvidar o en equiparar a los verdugos con las víctimas, la memoria histórica no conseguirán borrarla de un plumazo porque es algo que transciende más allá de los discursos institucionales o del revisionismo histórico. La memoria histórica está en nuestros padres y abuelos y está muy viva. Tan viva que no la podemos limitar a 140 caracteres.

Pedro Luna Antúnez.

viernes, 2 de marzo de 2012

Los poetas

Aquel caluroso día del mes Shawwal del año 414, hace casi 1.000 años según la era cristiana, paseaban juntos Ibn Hazm y su inseparable amigo Ibn Suhayd por el barrio de Munyat al-Mugira de Córdoba. Los dos jóvenes poetas debatían sobre las esencias del amor y lo hacían con tanta pasión que apenas saludaban a quienes se cruzaban por su camino. Cuando llegaron a la finca de Abu Marwan al-Zayyali decidieron sentarse y descansar un poco en el luminoso jardín que el antiguo propietario había legado a la ciudad. “Me acuerdo de Abu Marwan, era un buen amigo” dijó Ibn Suhayd en un tono nostálgico y con la mirada perdida en el arroyuelo que atravesaba el patio produciendo una apacible armonía. “Es muy honorable tu sentido de la amistad porque sólo lo auténtico perdura en el tiempo” afirmó Ibn Hazm, “pasarán los siglos y de nuestro tiempo apenas quedarán algunos versos pero el agua de ese arroyo seguirá su curso, inmutable a los azares y a las miserias humanas. Afortunadamente, todo fluye amigo Suhayd”.

Tendrá que haber un camino.

Pedro Luna Antúnez.