Ahora que
Ignacio Fernández Toxo se ha convertido en el nuevo Secretario General de CCOO se percibe el IX Congreso Confederal como un punto de inflexión en la historia reciente del sindicato. Y parece que así será. En primer lugar, la integración del Sector Crítico en la dirección del sindicato, es decir, con secretarías y responsabilidades definidas, supone romper la dinámica de los últimos doce años en los cuales el sindicato ha sido dirigido por un selecto sanedrín al margen de los órganos de dirección y sin prestar demasiada atención a las propuestas que desde diferentes sectores del sindicato se presentaban.
Integración y pluralidad son los dos conceptos básicos a los que aludía Ignacio Fernández Toxo tras ser elegido máximo responsable del sindicato. Conceptos básicos y de colosal importancia puesto que el sindicato no podía permitirse ahondar en las fracturas internas que se produjeron en los congresos confederales de 1996 con el surgimiento del Sector Crítico y de 2004 con la eclosión del sector de
Rodolfo Benito. No en vano, una de las acusaciones más veladas de
José María Fidalgo hacia el candidato alternativo en los días previos al congreso radicaba en ver al equipo de Ignacio Fernández Toxo como la enésima ruptura interna, costumbre que según Fidalgo han practicado los candidatos que no alcanzaron la secretaría general en los últimos congresos, cometiendo así el desaire y la deslealtad de crear una nueva familia en el sindicato. Olvida Fidalgo que la visualización de determinados sectores y familias durante los últimos años respondía a la necesidad de sobrevivir a la política de marginación que desde una parte de la dirección confederal se aplicaba a las voces opositoras. Pues bien, ahora resulta que el nuevo Secretario General asume la pluralidad existente en el seno de la organización como un activo, integra a las diferentes sensibilidades en la gestión diaria del sindicato e intenta hacer piña y cerrar filas en la intrincada maraña interna de CCOO.
Ignacio Fernández Toxo ya se ha desvinculado de la última etapa de José María Fidalgo al frente del sindicato. No sólo en las formas sino también en el contenido. Cuando afirma que "es tiempo de devolver CCOO a los trabajadores" reconoce de manera explícita que el sindicato se ha ido alejando progresivamente en los últimos años de las bases a la vez que ha ido cimentando una estructura sindical cada vez más institucionalizada y burocrática. Asimismo, Toxo ha criticado duramente la reforma de la Ley de Estranjería y ha hablado abiertamente de echarse a la calle, no para ir de romerías a Lourdes sino para hacer frente a los estragos que la crisis económica está causando entre la clase trabajadora.
La elección de Ignacio Fernández Toxo como Secretario General es una buena noticia para CCOO. Abre un nuevo periodo en el sindicato haciéndolo girar hacia la izquierda y propiciando una relación más estrecha y contigua hacia la afiliación y el conjunto de los trabajadores. Sin duda, se trata de un soplo de aire fresco, un cambio que necesitaba el sindicato y que nos hace ser optimistas de cara al futuro como afiliados y representantes sindicales de CCOO.
Pedro Luna Antúnez.
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