Hoy cuando toda la actualidad sindical se centra en la elección de
Ignacio Fernández Toxo como nuevo secretario general de CCOO yo quisiera dedicar unas palabras a un amigo que se ha despedido con porte sereno pero firme en sus convicciones.
Agustín Moreno, miembro de la Ejecutiva Confederal de CCOO desde 1976 anunció el pasado jueves que dejaba la dirección del sindicato después de treinta años de "esfuerzo, ilusión y compromiso" y habiéndose querido ir antes pero reconociendo que "uno no se va de los sitios cuando quiere sino cuando puede o cuando a veces le empujan para que se vaya".
Agustín Moreno ha sido y será sindicalista de una pieza, un tipo íntegro y coherente al que seguramente no se le haya hecho justicia desde que tuviera que abandonar la Secretaría de Acción Sindical tras el aciago VI Congreso Confederal de CCOO de 1996. Después vendrían años de lucha y entereza, de resistencia frente a la que Agustín juzgaba como una deriva sindical errónea y alejada de las señas de identidad históricas del sindicato, de las CCOO de
Marcelino Camacho, su amigo y maestro. Hoy una vez finalizado el IX Congreso Confederal de CCOO volvemos a tener la esperanza de pertenecer a un sindicato donde no sobra nadie, en el que se abra un nuevo periodo de diálogo y de integración de las diferentes sensibilidades en la gestión diaria de la organización, donde la pluralidad sea nuestro gran patrimonio y las opiniones discrepantes sean respetadas y escuchadas. Ese es el sindicato que quisiera Agustín.
He tenido la suerte de conocer personalmente a Agustín Moreno y de entablar alguna conversación con él. Recuerdo especialmente un breve viaje en coche desde Barcelona al Aeropuerto del Prat donde casi no hablamos del sindicato sino de cine, de literatura y de la música de Mozart. En aquel momento me pareció una persona mayúscula, afable y cercana, la misma sensación que he tenido cuantas veces he podido saludarle. Por ello cuando me enteré de su renuncia de volver a presentarse a la Ejecutiva Confederal creí necesario escribir algo sobre el amigo Agustín.
Agustín Moreno volvió a hacer gala de su predilección por la Historia y la literatura en su intervención en el IX Congreso Confederal al citar a Marco Aurelio, "la mejor venganza es no ser como ellos" o al recordar que ni Julio César conquistó él sólo la Galia como tampoco los faraones construyeron las pirámides. Agustín se refería a que el incremento de la afiliación del sindicato en los últimos años no podía ser únicamente mérito del Secretario General saliente. Cierto es que sólo por citar a Marco Aurelio no va a ser Agustín Moreno mejor sindicalista que el resto pero si se aprecia una sensibilidad distinta, ni mejor ni peor seguramente pero sí muy propia de alguien que merece la pena como persona.
Agustín deja una huella indeleble en el sindicato. Y el mejor homenaje hacía el amigo y el compañero es seguir en la brecha, trabajando por hacer de CCOO el sindicato de clase por el que siempre luchó Agustín. Se va un sindicalista, aquel que nunca se traicionó a sí mismo ni a los suyos. Suerte, amigo Agustín.
Pedro Luna Antúnez.