Porque escribir es viento fugitivo y publicar, columna arrinconada. Blas de Otero

viernes, 25 de febrero de 2011

¿Cómo explicar la reforma de las pensiones?


Adjunto artículo que he redactado para el número de febrero-marzo de Nou Treball.

El pasado 4 de febrero Ignacio Fernández Toxo intervenía en el Consejo de la Federación de Industria de CCOO, el día siguiente de la firma del Acuerdo Social y Económico para el crecimiento, el empleo y la garantía de las pensiones. La intervención de Toxo se producía precisamente un día después de que se cerrara el acuerdo de tan pomposo título, presentándose por primera vez en un órgano de dirección del sindicato. Por lo tanto, había una gran expectación entre los presentes puesto que se trataba de una primera oportunidad para conocer de primera mano los argumentos que habían llevado al sindicato a consensuar con el gobierno central y la patronal el citado acuerdo. En el Consejo Federal de Industria, Toxo partió de una realidad objetiva que es de agradecer. Reconoció que el acuerdo era realmente duro, que de esta crisis la clase trabajadora “iba a salir con menos derechos” y que “entendía la posición de Izquierda Unida”. Es decir, Toxo fue profundamente realista y no articuló el discurso triunfalista que en ciertos ámbitos de la organización se está dando. Porque efectivamente, el acuerdo es duro, difícil de asimilar sindicalmente en según que contenidos y el sindicato no lo tendrá nada fácil a la hora de defenderlo en los centros de trabajo.

No obstante, lejos de entrar en un carrusel de valoraciones sobre el acuerdo, me preocupa la explicación que el sindicato está realizando del mismo. El ejercicio de exégesis es necesario si queremos preservar el nexo de unión entre las estructuras del sindicato y la base afiliativa. No olvidemos que CCOO no sólo es el primer sindicato de clase en número de afiliados sino que se trata de la organización social que cuenta con la mayor masa crítica y concienciada del conjunto de la clase trabajadora. Para entendernos, la afiliación de CCOO no es la de UGT, más proclive a la resignación y al seguidismo institucional. La afiliación de CCOO necesita saber y debatir, comprender y analizar las decisiones que adopta el sindicato. Por ejemplo, necesita conocer el motivo por el cual el sindicato ha acordado, aún siendo mediante una fórmula flexible y según los años de cotización, retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años cuando lo contrario había sido el leitmotiv que había movido a la organización en los últimos meses.

Decía Charles Dickens que “el hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta”. Es decir, la pregunta que revolotea en la mente de miles de afiliados y afiliadas de CCOO es si su sindicato ha hecho lo mejor posible o si en cambio podría haber ido más lejos. Si resulta que teniendo en cuenta el contexto de recortes sociales permanentes, el enconamiento de un gobierno rendido a los poderes económicos y el estrecho margen de maniobra y negociación ante la amenaza de un decretazo aún más lesivo, el sindicato estimó oportuno concretar la salida menos traumática posible para la clase trabajadora, pues que se diga abiertamente. Lo que no podemos ni debemos hacer es caer en argumentaciones que hasta hace pocos meses rechazábamos como sindicato.

¿Acaso era necesaria una reforma del sistema público de pensiones?. ¿Estaba en peligro la viabilidad y el futuro del sistema?. En un informe previo al acuerdo, Carlos Bravo, el secretario confederal de seguridad social de CCOO, aseguraba que la fortaleza del sistema público de pensiones era evidente al disponer el Fondo de Reserva de la Seguridad Social de 64.001 millones de euros, el equivalente al 6% del Producto Interior Bruto, y cuando además el sistema de Seguridad Social venía manteniendo superávits ejercicio tras ejercicio; en 2008, 14.000 millones de euros; en 2009, 8.500 millones y en 2010, 2.700 millones. En consecuencia, sería bueno encarar de manera más pedagógica y franca la argumentación de un acuerdo que requiere de un esfuerzo explicativo importante por parte del sindicato así como de un esfuerzo de comprensión por parte de la afiliación.

Pedro Luna Antúnez.