miércoles, 5 de septiembre de 2007
Como Felipe II
El ministro de Trabajo Jesús Caldera, en un alarde de fino estadista ha justificado el aumento del paro en 57.958 personas durante el mes de agosto a causa de las condiciones climatológicas adversas. Es la moral de la derrota o la victoria moral, algo típicamente español. "Yo envié a mis naves a pelear contra los hombres, no contra los elementos" decía Felipe II ante el fracaso de su armada invencible en Inglaterra. Como Felipe II, Jesús Caldera, de segundo apellido Sánchez-Capitán, recurre a la sempiterna mala suerte, porque ya se sabe, en agosto lluvió a a cántaros y no hubo chiringuitos en las playas, el turismo decreció y de las plazas hoteleras ni hablar, un absoluto fiasco.
El ministro pasa por alto algunas consideraciones: el paro aumentó en todas las comunidades excepto en Castilla y León y Cantabria, claro que siendo regiones tan calurosas tal circunstancia encaja con el análisis del gobierno. El paro aumentó especialmente en la construcción, un 9,65% respecto a julio y de nuevo en la industria con un 4,11%, y no sé, algo me da que aquí las condiciones climatológicas influyen bien poco y si es así en el caso de la industria hace años que padecemos un tiempo horroroso hasta el punto que deslocalizan fábricas enteras hacia paises con mejor clima como Polonia o la Republica Checa.
Las cifras son frías, es cierto. El paro se incrementó en agosto en un 2,94% respecto al mes anterior y volvemos a superar los dos millones de parados, en concreto, 2.028.296. El paro se ha duplicado respecto al mes de agosto de 2006, acuérdase ministro que también hizo mal tiempo, y el número de afiliados a la Seguridad Social disminuyó en 254.717 personas. La "marcha triunfal" del gobierno en materia de trabajo ha sufrido un duro golpe en un mes proclive a la creación de empleo y el ministro lo achaca al mal tiempo. Qué le vamos a hacer, más se perdió en las gélidas aguas del mar del Norte.
Pedro Luna Antúnez.
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